Y es entonces cuando ves las líneas rectas y perfectas que forman los demás con sus huellas. Gente que lo tiene claro desde el principio, gente que ni se para a elegir sino que camina recto en busca de aventura, suerte y esperanza, y otros que eligen un camino al azar y en cuanto ven que deberían haber elegido otro, retroceden y vuelven a donde estaban, pero aún así ya saben lo que hay por ese camino! ya pueden descartar uno y así tener menos para elegir.
Y yo sigo aquí, dándole vueltas a la rotonda por miedo al arrepentimiento, justo en el centro para poder ver los 4 caminos pero sin poder avanzar hacia ninguno.
Y siguen pasando los años... 1, 2, ...17, hasta que ese algo que hay en mí diga: Me quedo aquí, éste es mi lugar.
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