Absurdo
como un domingo por la tarde,
como las balas por el aire,
como el puto despertador.
Inútil,
como los besos que no diste,
como un cuerpo que se viste
cuando me desnudo yo...
Y ahora que
voy más sola que la luna
negociando gasolina
para este amanecer.
Y ya ves
voy buscando en la basura
unos labios que le digan:
"esta noche, quédate".
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