Un día una familia estaba de picnic en la playa divirtiéndose. Mientras los adultos merendaban y charlaban, los niños estaban jugando a hacer castillos con la arena cerca del mar.
Al llegar las 20:00, empezó a hacer un poco de frío y a irse el sol, así que la familia decidió marcharse a casa. Los niños empezaron a llorar porque no querían marcharse pero los padres estaban ocupados quitando las sombrillas para meterlas en los coches y las madres recogiendo la comida que había sobrado, con lo cual no tenían tiempo de hacer callar a los niños así que se pusieron todos nerviosos y empezaron a gritarles.
Cabreados, después de recoger sus cosas importantes, subieron a los coches para volver a sus casas, olvidando un pequeño detalle... habían recogido las cosas que podían volver a utilizar la próxima vez que fuesen, pero se habían dejado lo que sobraba, lo que ya no necesitarían... la basura y envases de plástico.
Justo al arrancar uno de los coches, un niño dijo:
-Eh, papá! nos hemos dejado bolsas de patatas en el suelo porque no hemos visto papeleras. Y si las guardamos para tirarlas cuando lleguemos a casa?
Su padre, que estaba hasta las narices del niño y estresado por las prisas y agobio que le habían causado toda la familia, le contestó:
-Da igual, ahora ya no vamos a volver simplemente por una bolsa de plástico, ya lo limpiará alguien.
Lo que el padre no pensó fue que el plástico, con el paso de los años debido a distintas reacciones, se degrada y queda reducido a pequeños trozos o partículas que luego son ingeridos erróneamente como alimento por organismos marinos provocando la muerte de los mismos.
En el año 1996se elaboró un informe que arrojó que , en algunos casos llegando a depositarse en el lecho marino impidiendo el intercambio de gases y como consecuencia disminuyendo la cantidad de oxigeno.
Es decir, por la tontería de ese hombre al no darle importancia a sus hechos, habrán muerto muchos animales marinos por culpa de la bolsa de patatas de su hijo y el resto de niños.
Con esto quiero decir que, por culpa de una tontería de un humano, podemos perjudicar y crear verdaderos problemas a otros seres vivos que no tienen la culpa ni del estrés del hombre, ni de sus prisas, ni de ninguno de los motivos por los que no quiso volver a bajar del coche para recoger la basura.
Todo por no arreglar su error tonto en el mismo instante...
P.D. Por si alguien no lo sabe pillar, esta entrada no trata sobre la contaminación, sino sobre un problema mucho menos grave pero que, personalmente, me afecta de una forma mucho más directa.
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